miércoles, 16 de abril de 2014

Sobre la naturaleza desinteresada del amor




Oh, maravillosa, ¿creéis que el amor no es atraído, por fuerza, por la virtud? Amáis a alguien porque posee algo en su ser que os embelesa, algo indescriptible, ora porque es hermoso, ora porque es inteligente, ora porque porta cualidades de personalidad que os insuflan dicha. Si os amo es porque inspirasteis aquello en mí, por lo cual sois verdaderamente digna. El sentir no puede sustraerse a las leyes que lo rigen. El amor no es factible de ir contra su propia naturaleza, la cual tiende hacia la belleza. ¿Por qué decís que no podéis ofrecerme más que sombras? Sé que no me amáis, pero ¿quien os dijo que el amor fuese criatura de transacciones, que meramente se permitiese ser en tanto fuese correspondido, en tanto conviniese? El amor desconoce la ciencia del cálculo. No espero que vuestra merced me ame. Sin embargo, os lo ruego, permitidme a mí amaros.

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